Tan significativo como fue el primer lustro del los 90 cuando el audio dio el giro a la «digitalización» y se convirtió en lo que es hoy.
Hace varios días que vengo pensando en algo que en realidad ha estado en mi mente desde hace unos tres años, y es, que la tecnología del audio digital alcanzó su máximo hace una década y ya no puede evolucionar hacia adelante sino hacia los lados.
A pesar de todas las capacidades que se le otorguen al audio digital en términos de resolución y rango dinámico, el oído humano por las limitaciones anatómicas que este tiene, es incapaz de apreciar si algo ha sido grabado a 96 Khz o 192 Khz y para que tal cosa sea apreciable, es obligatorio disponer de un sistema de alta calidad y unas condiciones de escucha mas que optimas.
Con todo, es posible que aun se requiera de un oído entrenado para poder diferenciar una de otra.
El futuro del estudio de grabación y el audio están viviendo un nuevo «momento crucial», tan significativo como fue el primer lustro del los 90 cuando el audio dio el giro a la «digitalización» y se convirtió en lo que es hoy.
Hace varios días que vengo pensando en algo que en realidad ha estado en mi mente desde hace unos tres años, y es, que la tecnología del audio digital alcanzó su máximo hace una década y ya no puede evolucionar hacia adelante sino hacia los lados.
A pesar de todas las capacidades que se le otorguen al audio digital en términos de resolución y rango dinámico, el oído humano por las limitaciones anatómicas que este tiene, es incapaz de apreciar si algo ha sido grabado a 96 Khz o 192 Khz y para que tal cosa sea apreciable, es obligatorio disponer de un sistema de alta calidad y unas condiciones de escucha mas que optimas.
Con todo, es posible que aun se requiera de un oído entrenado para poder diferenciar una de otra.
Todavía recuerdo cuando en 1993, hablaba con mi profesor de electrónica y le comentaba las bondades del audio digitalizado a 24 bits y de como ya con ese BIT RATE seriamos capaces de alcanzar rangos dinámicos superiores al umbral del dolor, y que por tanto el tema «rango dinámico» quedaba resuelto PARA SIEMPRE.
Desde entonces se ha podido trabajar con rangos dinámicos que están muy por encima de lo que nuestra anatomía es capaz de asimilar. Está claro que una cosa es el procesamiento interno del audio y otra muy distinta es lo que terminan reproduciendo nuestros altavoces y cascos, por tanto, se puede y de hecho así lo están haciendo los fabricantes seguir subiendo a rangos de 32,48 y 64 Bits y con eso nos prometen mas calidad. Es verdad tenemos mas calidad, solo que no somos capaces de apreciarla ni de disfrutarla en la etapa de entrega ya que simplemente nuestra anatomía es la que es.
En este sentido los fabricantes de equipos de audio digital se han venido encontrando con que ya no pueden ofrecer nada novedoso a sus clientes, y han decidido fabricar nuevos sistemas que «tienen» mas calidad que no necesitamos, y como es evidente que eso es así, nos han ido secuestrando el bolsillo haciendo que lo que tenemos hoy en día, que está a la altura de nuestros requerimientos no pueda funcionar con los nuevos ordenadores, obligando a los usuarios a comprar lo nuevo y a desechar lo viejo que aun siendo viejo es MAS QUE SUFICIENTE para trabajar en audio.
Por favor que no se entienda que estoy en contra de la evolución del desarrollo y de la creación, pero seamos honestos señores, en el audio digital, solo se puede evolucionar hacia los lados. Por eso es que las ultimas creaciones en el mundo de los plug ins son una suerte de plug ins «Pret a porter» como los desarrollados por waves y que vienen firmados por grandes ingenieros como son CLA, Eddie Kramer o Jack Joseph Puig.La verdad es que estos juguetitos son muy resultones porque tienen unas perillitas que traen los ajustes de los ingenieros y de pronto te conviertes en un gran ingeniero con solo apretar unos cuantos botones, hasta allí nada que criticar, todo perfecto, pero lo que me hace detenerme a pensar es que fue en las décadas comprendidas entre los 50-80 que se creó la tecnología que rigió y rige el audio moderno, los compresores y todas sus variantes, los ecualizadores y sus variantes, los equipos que trabajan con modificación del tiempo como Delays, Chorus, Flangers, Phasers o Reverbs.
Es cierto que todos ellos han sufrido mejoras sustanciales, en algunos casos realmente impresionantes como es el caso de las Reverbs modernas con los sistemas convolution, o los sistemas que corrigen la afinación que es algo novedoso y que aun se encuentra en su infancia tecnológica, pero salvo estos apartes, todo lo demás sigue siendo en esencia lo mismo que ha sido desde hace décadas. Esto me hace pensar que no es que seamos menos creativos o que se esté explorando menos, sin duda hay gente que sigue buscando mejorar y eso se agradece, pero tengo la sensación que hemos encontrado un limite del que no podremos pasar en lo que a evolución se refiere, eso puede que nos haga sentir en cierta forma desolados. La realidad es que lo que hay hacer es mirar ahora en direcciones que hemos dejado atrás porque no valía la pena seguir intentando por ese camino, tal es el caso del audio analógico en todos sus aspectos.
En el año 2011 asistimos a una convención de las AES extraordinaria (como son todas las ediciones de Nueva York) y pudimos apreciar no sin cierto estupor, que el 80%-90% de la exposición presentaba solo novedades dentro del mundo del audio analógico. Una representación de los desarrolladores de software realmente pirrica (con la excepción de AVID y IZOTOPE) y en el mejor de los casos mucho de lo que tenia que ver con el audio digital, tenia que ver con sistemas de integración analógica-digital (Como es el caso de Lynx y Burl). Esto me hizo reflexionar acerca del futuro de esta golpeada industria, y mi conclusión fue que esto es lo mejor que le puede suceder a este negocio a día de hoy.
La democratización de la tecnología ha hecho que mucha mas gente tenga acceso a la producción de música con una calidad mas que razonable. Ha permitido la proliferación de millones de estudios caseros, ha potenciado la creación de foros en Internet que ha día de hoy son referencias muy serias cuando de buscar información se trata, y ha expandido otros aspectos del mundo del audio a regiones que antes ni imaginamos.
Pero esta democratización ha tenido un costo, y es la granulación del negocio del audio hasta el punto que estudios de grabación que eran mecas, referencias, catedrales de la música y que por un interés puramente histórico merecían ser conservados, hayan desaparecido.
No porque ahora tengamos mas y mejores herramientas se está haciendo mejor música. El elemento humano sigue siendo la diferencia entre algo bueno o algo malo, se sigue requiriendo de altas cargas de talento para que la música que se produce hoy en día sea buena, también es cierto que la simplificación del los procesos, algo que está entre nosotros al menos 25 años, ha hecho que la evolución de la música no sea necesariamente mejor. Se podría decir que en muchos aspectos, la música de hace 20-30 años tenia mas calidad que la que se produce hoy en día, y seguramente mucho ha tenido que ver el hecho de que hacer música hoy en día, sea mas sencillo.
Trent Reznor así lo afirma en Sound City y yo me suscribo 100% a esta línea de pensamiento. Quizá sea necesario revisitar lugares que hemos dejado atrás porque ya no apostábamos por algo que simplemente era mejor. La grabación analógica ha sido reivindicada desde el mismísimo momento en que el digital comenzó a imponerse como el sistema mas fiel que hay para registrar audio. Es verdad que es complicado, caro, impreciso, pero aun así es capaz de registrar audio de una manera que nada que sea digital es capaz. Por eso he comenzado a pensar que estamos a punto de presenciar un renacimiento del audio analógico en un esplendor desconocido por la industria hasta la fecha.
Ya hay gente dando sus primeros pasos en ese nuevo camino como es el caso de Endless Analog, que integra de forma cristalina la grabación en cinta dentro del ambiente de Pro Tools, dándole a la cinta un tratamiento similar al que tiene un plug in. Creo que estamos a punto de ver salir al mercado nuevas generaciones de grabadores multipista basados en cinta, con alguna suerte de integración digital que haga que todo suene mejor, y sobre todo que haga pensar en términos mas resolutivos desde el punto de vista musical a los productores y compositores. Esto, sin duda alguna repercutirá decisivamente en la calidad de lo que se haga. Según John Vanderslice «Estamos a menos de 5 años para vivir la nueva revolución analógica». No se si tiene razón pero al menos yo también lo creo.
Me encantaría saber ¿ qué pensáis vosotros ?.