Ni en nuestros sueños mas atrevidos hubiéramos pensado que algún día tendríamos un grabador STUDER en nuestro arsenal. Nuestra infancia en este mundo del audio se remonta a los años de la transición del analógico al digital, que como todas las transiciones, fue un proceso convulso y con muchas sombras.
En aquellos tiempos grabar en analógico era cutre, no estaba bien considerado y uno se sentía un poco old-fashion, fuera de onda; eran los tiempos de lo digital súper procesado y en donde todo lo que tuviera que ver con analógico era visto como algo de poca calidad.
Entonces era prácticamente un sacrilegio no grabar en digital «porque era perfecto». Había ingenieros que siempre dijeron que el sonido analógico era mejor, estos terminaban siendo tratados como parias. En esos tiempos, nos reíamos y decíamos ¿como es posible que sea mejor?, la respuesta nos alcanza 20 años después.
Cuando decimos que el analógico es mejor, nos referimos a la calidad, calidez, color y los armónicos de este, no nos referimos a las limitaciones que supone trabajar con este y que tienen que ver con cuestiones como la edición y la corrección de fallos. En el mundo analógico la solución de fallos tiene ciertos limites y es indispensable aprender a vivir con las limitaciones que se pueda tener como músico, al grabar en cinta.
Hace unos pocos años Chris Estes creador de Endless Analog se preguntó: «¿y si saco lo mejor de ambos mundos y los junto en uno solo?». Tras esa pregunta y mucho trabajo de investigación, surgió el CLASP (closed loop analog signal processor), un sistema que integra la grabación analógica dentro del mundo digital, y que hace que se tenga todo el color y el sabor de la grabación en cinta, con toda la libertad que ofrece la edición y el flujo de trabajo del digital, usando el Pro Tools como plataforma de soporte de grabación final.
La idea, que es novedosa, es también complicada. Es como tratar de conciliar en Star Wars a un soldado del imperio con uno rebelde o peor aún, como hacer que un fan del Real Madrid diga que el mejor equipo del mundo es el Barça, vamos, algo inimaginable y sobre todo difícil de lograr, pero a la vista está que es posible.
El caso es que este sistema es todo lo poderoso que sea tu grabador analógico, y esa es probablemente la parte mas sexy e interesante de esta historia.
En el caso de Playground, hemos decidido invertir en un sistema CLASP pero también hemos decidido invertir en un grabador analógico de clase mundial, y con pedigrí.
El grabador analógico que hemos instalado en nuestro estudio, es un STUDER A80 de 16 canales en 2”. En el mundo de los grabadores analógicos este es probablemente el grabador que mejor sonido ha tenido jamás, ya que conjuga varias características que lo hacen realmente único, lo primero es que es capaz de grabar 16 canales en 2”, lo cual le confiere la mayor cantidad de material magnético por pista que jamás se encontrará en un sistema de grabación multicanal analógico, y equivale a un grabador de 1/4” en esteroides, ya que la cuenta de pistas en 2” pulgadas, se resuelve en 1/4” por canal disponible.
Otro aspecto destacable es que nuestra STUDER A80, es que es una MKI ,lo que significa que es de la primera generación de su clase. Se sabe que se construyeron hasta la MKIII pero nuestra MKI -de las que se fabricaron muy pocas- como todo lo que se hacia en esos tiempos, no escatima en recursos para conseguir el mejor sonido posible, por lo que lleva instalados transformadores tanto en la salida como en la entrada de cada canal, esta característica le confiere una calidad suprema y un carácter excepcional a todo lo que graba nuestro A80.
En las versiones posteriores su suprimieron los transformadores porque resultaba demasiado cara de fabricar.Como ya hemos explicado antes, los transformadores son en buena medida culpables de muchos de los tonos y sonidos que hemos estado escuchando a lo largo de la historia de la música durante los últimos 60-70 años.
Para completar el circulo que convierte a este grabador en una pieza extraordinaria, sabemos que esta máquina estuvo instalada originalmente en un estudio ingles muy reconocido donde se grabaron muchos de los discos que forman parte de la banda sonora de nuestra vida. ¿Quien sabe lo que habrá grabado nuestra A80?.
Pero cuando encontramos a esta “Old Lady” estaba en un estado que obligaba a repensar si era lógico usarla como grabador para nuestro CLASP, fue entonces cuando dimos con Thomas Lefebvre que se encargó de la restauración de la A80 a sus especificaciones de fabrica, la dejó como nueva y lista para servir muchos, muchos años.
De hecho Thomas nos contó, emocionado, una anécdota que queremos compartir con vosotros. Mientras trabajaba en la restauración, se encontraba en esos días en un estudio muy reconocido de Francia dónde Thomas es el jefe mantenimiento, el reconocido productor e ingeniero de sonido Eddie Kramer – Jimmi Hendrix, Led Zeppellin, Rolling Stones y The Beatles – y al ver nuestra A80 le preguntó a Thomas ¿que hacia? y Thomas le comentó acerca de nuestra restauración, Eddie Kramer le dijo a Thomas que esta era una de las máquinas con mejor sonido en la que hubiera grabado alguna vez y que le encantaría poder tener una a su disposición de nuevo.
Tanto Thomas como nosotros nos quedamos gratamente sorprendidos porque hasta ese momento solo se trataba de un montón de especificaciones y un papel con el pedigrí de la máquina, pero recibir este comentario de Eddie Kramer fue algo realmente alentador tomando en cuenta que somos admiradores de su trabajo.
Los primeros compases de la A80 en Playground pasaron por definir cual seria la alineación que le aplicaríamos para la grabación de los distintos proyectos que tenemos en puerta, y claro que es una opción que ponemos a disposición de los clientes de nuestro estudio de grabación. Esta alineación es la de +6 dB pero la máquina puede ser llevada hasta los +11 dB confiriéndole a la grabación un rico sonido repleto de armónicos y distorsión, que no son posibles de conseguir con ningún plug in, máquina o simulador de cinta existente en la actualidad.
Algunos de los usuarios mas conocidos de sistema CLASP son: Lenny Kravistz, Aerosmith, Johnny Depp (Unison Music), Abbey Road Studios, Peter Frampton, Nathan Chapman (Taylor Swift), Beck, Celine Dion, Butch Walker (Panic at the Disco, Pink, Avril Lavigne), Dave Cobb (Shooter Jennings, Jamey Johnson), Chuck Ainlay, John Fields (Jonas Brothers, Miley Cyrus, Switchfoot), Bryan Lenox, Jack Douglas, Ryan Hewitt, entre otros.
Cuando la gente nos pregunta ¿cómo suena el analógico?, lo primero que nos cruza la mente es que hay mas de dos generaciones que nunca en su vida han estado en contacto con esta tecnología, porque su desaparición de los estudios comerciales fue muy brusca, y es increíble pensar que no solo no han tenido contacto con esta tecnología, sino que tampoco han tenido la oportunidad de ver en directo muchos de los procesadores de audio con los que han trabajado en forma de plug ins.
Esa generación suele reaccionar de forma favorable a su encuentro con lo analógico, porque se dan cuenta que en el camino si que se han perdido cosas, y que tienen que ver con que en realidad dentro de un equipo de audio analógico, suceden procesos físicos que dependen de la temperatura, el ciclaje de la electricidad, de la instalación, e incluso de la cantidad de voltaje con la que trabajas en la etapa de entrada de cualquiera de ellos, eso el digital, lo imita, pero siempre es igual, es un proceso que aún no se ha podido emular perfectamente, y que probablemente nunca se consiga emular del todo. En el estudio de grabación tradicional se trabaja con el factor humano como una variable mas dentro de la cadena de audio, y al final se termina notando en el conjunto de una mezcla, esa es la diferencia entre una cosa producida y mezclada dentro de un Laptop y algo producido en un estudio con componentes analógicos en la cadena.
En el caso del audio grabado en cinta, además intervienen otros elementos que suponen una gran influencia en cómo terminará sonando la música registrada en el. Se trata de la velocidad de grabación, la emulsión de la cinta, su tolerancia antes de la distorsión, el ajuste que se haga del grabador de cara a esa tolerancia y finalmente, el estado físico de el grabador. Son tantas variables las que intervienen en el proceso, que resulta imposible pensar que todos ellos no tengan ninguna importancia en el aspecto sónico de una obra musical y en ese caso, la obra, que es sobre todo una creación musical e intelectual, también depende en buena medida del medio de registro y de los medios que se empleen en su captación, por lo que el ingeniero de sonido o el productor, según sea el caso, terminan formando parte de la composición tanto como el compositor mismo, sin duda con una responsabilidad menor en todo lo artístico, pero si con una carga muy notable en lo estético, es algo de vital importancia en la música actual.
Gracias a esta reflexión es que llegamos a la conclusión de que debíamos meter a Playground en la dulce zona gris que hay entre el analógico y el digital, es sin duda un sinuoso camino que aunque sinuoso, era necesario para marcar una diferencia y ofrecer a nuestros clientes la oportunidad de grabar con la contundencia que aporta la grabación en cinta.