Vamos con la segunda parte:
Día 5
Llevo días organizando con la producción de Bolivia mi partida del páis.
Como dije al principio, después de estos dos conciertos empiezo una pequeña gira en Perú.
Durante estos días arreglé todo para no volver a Madrid y volar de Santa Cruz a Lima. Allí me encontraré con el equipo del El Sueño de Morfeo, Alex Ubago y La Oreja de Van Gogh.
Mis compañeros de Carlos Baute salen a las 7 de la mañana. Así que me quedo durmiendo toda la mañana pues mi vuelo sale a las 16 horas. También
aprovecho para atender cosas que tengo pendientes en el estudio de grabación en Madrid.
Es un día tranquilo comparto comida con la gente de la producción local. Son muy amables e intentan que esté a gusto siempre, pero no puedo evitar echar de menos a mi familia.
Vuelo tranquilo, ¡paisaje maravilloso! No siempre se tiene la posibilidad de ver desde esta perspectiva sitios tan distintos.
Ya en el hotel de Lima me recibe la producción local. Son muy agradables.
Con un hambre atroz, salgo a la calle en busca de un sitio para cenar. El hotel está por la zona de Miraflores. Está todo lleno de policías. Por lo visto, hay una reunión de presidentes de países árabes con el gobierno peruano.
Veo Lima muy cambiada para bien. Mucho mejor. Reconforta ver como algunos países van bien y cada día las cosas son mejores en sitios que han tenido muchos problemas y dificultades.
Volviendo a mi hambre, continuo buscando algo abierto para cenar y no sé si lo saben pero la comida peruana es espectacular. Muy rica. Uno de mis platos preferidos es el ceviche. Pescado marinado con limón, cilantro, etc.
Ya cenado me voy a la cama con ganas de empezar esta nueva aventura.
Día 6
Despierto, oigo murmullos en el pasillo, son las 7:00, abro la puerta y encuentro a mis compañeros de El Sueño de Morfeo. No puedo ocultar la ilusión que me hace ver gente conocida estando tan lejos.
No están todos, van llegando poco a poco.
Ese día, es un día de reuniones y para que la gente vaya llegando y se habitúe al cambio de horario.
Aprovechamos y damos una vuelta. A pesar de haber muchas calles cortadas, podemos ver un poco del centro Lima. Confirmo lo que vi en la noche, ha mejorado muuuucho. Me alegro por ellos, no todo es crisis y empeoramiento.
Luego en la tarde me voy con dos de mis compañeros a comer a un japonés que uno de ellos dice que es espectacular. Y amigos, lo es!!
Perú tiene mucha influencia culinaria de Japón.
Sin mentir, es uno de los japoneses más ricos en los que he comido jamás.
Esa noche llega el equipo de sonido e iluminación para el montaje, ya que el concierto es al día siguiente. Llega tarde, pero llega que es lo importante.
Las pruebas empiezan temprano en la mañana siguiente en este orden:
1 La Oreja de Van Gogh
2 Alex Ubago
3 El Sueño de Morfeo
Día 7
Bajo a desayunar para luego ir a escuchar un poco la prueba de La Oreja de Van Gogh y así ver cómo está el equipo. Por suerte, el recinto está al cruzar la calle del hotel, eso es mucho ya que no tienes que hacer traslados que a veces te hacen perder demasiado tiempo.
Es un recinto cerrado. El auditorio María Angola no es un sitio del todo fácil para hacerlo sonar. Siempre es un reto para un técnico de sonido.
Tiene una capacidad para 2000 personas.
En cuanto al equipo, en el papel está todo bien, pero eso no siempre va acorde a la realidad del mundo del audio en directo.
Los equipos por mucha marca que tengan siempre dependen del estado y el trato que se les de. En ese sentido, el mantenimiento es muy importante y no siempre tienen el adecuado. ¿A ver con qué me encuentro?.
El equipo es un EAW KF760.
La mesa de PA es una Venue D-Show de Digidesign hoy conocida como AVID.
En monitores tenemos una Yamaha M7CL.
Todo parece estar correcto, al menos de aspecto.
Para esta gira, tenemos la suerte de poder contar todos los días con la misma empresa. Para bien o para mal, eso facilita siempre las cosas. Todo va mas rodado y cuesta mucho menos.
Comprobé en la prueba de La Oreja de Van Gogh que el equipo limitaba muy rápido, parecía tener la limitación demasiado sensible. En ocasiones las empresas lo ponen así para que no les «rompan» el equipo.
Una vez terminada la prueba de La Oreja de Van Gogh, le meto mano al equipo a ver qué tal.
De inmediato noto que suena con exceso de medias frecuencias. Ecualizo a ver qué frecuencias son las que están exageradas. Hablo con el encargado y trato de ver si se pueden cambiar algunos ajustes en el crossover. Empieza lo de siempre, “ no sé”, “ no se puede”, “el crossover tiene clave”, etc… clásicos de la negativa a modificar los equipos.
En esta situación tienes dos alternativas:
1) Decir que si no te quitan la clave, no usas su equipo, con el consiguiente retraso de todo y sin la seguridad de lograr que cedan.
2) Tirar “pa´lante” y ver si puedes solucionarlo en el ecualizador de la mesa y ver qué tan crítico es.
Para mi, una de las claves de este negocio es ser práctico, así que me decido por la segunda y finalmente, se puede hacer el trabajo de manera que todo el mundo quede conforme.
Primero hago la prueba del El Sueño de Morfeo. Ya son 7 años trabajando con ellos, los conozco como si fueran mis hijos, jeje
En los monitores para los 3 grupos está el gran Anselmo Calleja. Excelente técnico y gran persona.
La prueba va perfectamente a pesar de que el recinto se resiste a dejarnos hacer un buen sonido.
Luego continúo con la prueba de Alex Ubago .
Nunca había trabajado con el.
También la prueba va bien. El es un gran cantante y lleva una banda increíble. Son muy buenos músicos y eso siempre ayuda a conseguir un buen sonido dentro de las limitaciones de la sala.
Ya en la noche, la emoción de todos es notable. Tocar en otro país es emocionante. Ver a gente de otra cultura cantando tus canciones o emocionados por tu actuación es una sensación que a todo músico le encanta y le motiva mucho.
Empieza El Sueño de Morfeo. La gente no les conoce mucho, pero poco a poco se van metiendo al público en el bolsillo. Ya tienen muchas tablas y saben sacar lo mejor de cada circunstancia en la que actúan.
Con público el recinto mejora un poco y es más sencillo mezclar.
El siguiente es Alex Ubago . En este caso reconozco que estoy un poco nervioso. Bueno, siempre se está así de alguna manera cuando vas a empezar un concierto, pero en este caso mas. Es un artista nuevo para mi y se ve que el público espera con ansia escucharle. Alex es muy grande en América en general.
Arranca y suena mucho mejor de lo que esperaba. Es una mezcla de distintos factores, la banda, el, los arreglos, el genero y el público que disminuye las reflexiones de la sala.
La gente grita, llora, se emociona con Alex Ubago. Como siempre digo, cuando trabajas para alguien y ves ese resultado en el público, sientes mas lo que merece la pena tu trabajo.
Ya al terminar y después de charlar con mis compañeros, empieza La Oreja de Van Gogh, mezclado por el gran Borja Aspiroz.
Estoy muy cansado y me voy al hotel, ha sido un día muy largo y mañana nos vamos temprano a la siguiente ciudad, Arequipa.
En breve la tercera parte.
Como siempre, muchas gracias por leernos.